Llora en silencio,
Llueve de pronto de sus ojos, el silencio,
Llora e imagina que la ha vuelto, a derrotar el corazón,
Una herida que se abre, más profunda hacia el dolor,
No espera nada que no sea capaz de dar,
Tan solo quiere que alguien muera, por amor a su mirada,
Y nada más.


Se fue perdiendo,
Entre promesas que buscaban siempre el cielo,
Miles de besos que no llegan,
Yo te quiero, tú tan cerca, yo tan lejos,
Y lo de más, es casi siempre lo de menos,
Ella no pide nada que, no pueda dar,
Tan solo quiere que alguien muera, por amor a su mirada,
Y nada más.


Apiádate de mí,
Yo que no tengo ni promesas, ni silencios ni estrategias,
Yo que no espero nada que, no pueda dar,
Yo solo quiero ser quien muere, por amor a tu mirada y nada más.


Apiádate de mí,
Que tengo llanto a manos llenas, para llover tu soledad,
Yo que no espero nada que, no pueda dar,
Tan solo quiero ser quien muere, por amor a tu mirada, y nada más.


Y me miró,
Con las promesas que bajaban, desde el cielo,
Miles de besos que no llegan,
Yo la quiero ella tan cerca y yo naciendo,
Y lo demás, se ha convertido en lo de menos,
Ella no pide nada que, no pueda dar,
Yo solo soy, ese que muere, por amor a su mirada,
Y nada más, y nada más.