Recuerdos
Recuerdas cuanto hace, que tus ojos me miraron,
O más bien cuanto tardaron, en saber que tras la voz,
Que te trajo hasta esta puerta, hasta la orilla del deseo,
Habitaba el mismo feo, que nunca vio tu corazón.
Recuerdas que juraste, que te comerías el mundo,
Que amparada en tu belleza, nunca te faltó el amor,
Que sabías perfectamente, que gobernabas mi futuro,
Y te reías a carcajadas, de las personas como yo.
Recuerdas que no te inspiraba, nada,
Que pasaría con tus pegasos, que mataron al dragón,
Y recuerdas que mi llanto, casi terminaba en lluvia,
Que tus pasos se alejaban, para acercarme al dolor.
Que tras un ritual amargo, busqué un pacto con la luna,
Y hasta ella me dio la espalda, sabiendo que era un error,
Y recuerdas que en mitad, de mis silencios,
Me dijiste que es el tiempo, quien remienda el corazón,
Y que por más que me besaras, jamás iba a transformarme,
En el príncipe encantado, que se merecía, tu amor.
Recuerdas que también, por ti nacieron las canciones,
Como ensayos de la sierra, q apuntaban mi dolor,
Que en mitad de los silencios, casi pude convencerte,
Cual oscura golondrina, que jamás volvió al balcón.
Y recuerdas que no te inspiraba, nada,
Que pasaría con tus pegasos, que mataron al dragón,
Y recuerdas que mi llanto, siempre terminaba en lluvia,
Que tus pasos se alejaban, para acercarme al dolor.
Que tras un ritual amargo, busqué un pacto con la luna,
Y hasta ella me dio la espalda, sabiendo que era un error,
Y recuerdas que en mitad, de mis silencios,
Me dijiste que es el tiempo, quien remienda el corazón.
Y ahora que te has convencido, de que no recuerdas nada,
Que pagaste para oírme, y no por darme la razón,
Hoy que supe que tu vida, se hizo triste y complicada,
Que no te comiste al mundo, y la belleza envejeció.
Hoy que no hay forma de volvernos, contra el tiempo,
Aunque tus lágrimas sean ciertas, está de más este perdón,
Hoy en tu soledad, tu peor amigo es el deseo,
De enredarte con el feo, por quien jamás, sentiste amor.
Y recuerdas que mi llanto, siempre terminaba en lluvia,
Que tus pasos se alejaban, para acercarme al, dolor.