He sabido entre mi gente que anda suelto el amor que se escapó de los hombres y que hay unos que lo buscan pero hay otros que no porque les puede hacer daño.
Es tanto el miedo que tienen que para no ensuciarse caminan sin doblar las rodillas. A veces pienso en algunos que con tanta bondad, van a rezar los domingo y en actitud reflexiva le prometen a Dios amar por una semana. A juzgar por sus caras y sus gestos se podrĂa pensar que lo dicen en serio. Debe ser la cordura lo que no nos deja pensar.