Calle Corrientes de mis amores, calle Corrientes donde nací y entre las luces de mil colores aquella noche la conocí. Llena de gracia me la ofreciste, de entre tus luces yo la aparté y una alborada serena y triste rumbo a mi casa me la llevé.
Y allá en la vida tranquila del arrabal silencioso yo trabajé sin reposo purificando su amor... Era feliz y a su lado otro destino soñaba, más como todo se acaba también mi sueño acabó.
Porque otra noche, calle Corrientes, miré tus luces desde el balcón y tus fulgores resplandecientes me la llevaron con su atracción. Y así de nuevo me la quitaste, calle Corrientes donde nací; vos con tus luces la encandilaste y para siempre yo la perdí.