Talán, talán, talán... pasa el tranvía por Tucumán. "Prensa", "Nación" y "Argentina" gritan los pibes de esquina a esquina. "Ranca e manana, torano e pera" ya viene el tano por la "vedera". Detrás del puerto se asoma el día, ya van los pobres a trabajar, y a casa vuelven los calaveras y milongueras a descansar.
Talán, talán, talán... sigue el tranvía por Tucumán. Del acoplado en un banco muy pensativo viaja don Juan, un viejo criollo que hace treinta años en las estibas se gana el pan. Está muy triste desde aquel día que su hija mala dejó el hogar, siguiendo el paso de aquel canalla que por su puerta lo vio rondar.
Talán, talán, talán... se va el tranvía por Tucumán. Pero al llegar cerca 'el bajo un auto abierto se ve cruzar, en el que vuelve la desdichada medio dopada de humo y champán. El pobre viejo la reconoce y del tranvía se va a largar, pero hay amigos que lo contienen y el auto corre... no se ve más. Talán, talán... pobre don Juan...