Virgencita del Talar, yo te pido por favor, que calmes mi cruel dolor porque ya me va a matar, y no quiero que el amor se convierta en mi puñal, yo te di mi vida entera, yo te di mi corazón.
Como da la dulce miel la abejita del panal, laboriosa y sin saber que después de tanto afán, otra boca ha de beber la dulzura inmaterial, que extractó de su cariño, Virgencita del Talar.
Largas horas de desvelo me costó formar el nido, pero todo un sueño ha sido, todo ha sido una ilusión. Al primer viento contrario cedió sus velas el barco, y quede solito y náufrago, extraviado en el dolor.
Triste su nombre en la noche de mi cruel desesperanza, te busqué en las aguas turbias te busqué en las aguas claras. Recorrí todas las sendas, y al llegar la madrugada la cara del sol reía, para burlar mi ilusión.
Virgencita del Talar yo te pido por favor. que calmes mi cruel dolor porque ya me va a matar y no quiero que el amor se convierta en mi puñal. yo te di mi vida entera, yo te di mi corazón.
Naufragué porque creí en la fe de aquel querer, pero ya que lo perdí, dame al menos el poder de olvidarme que yo fui la abejita del panal que te dio toda su miel, Virgencita del Talar.