Corazón en víspera de lo que tú quieras, celos arraigados a mis carreteras, miedo del acorde de lo prioritario, tímpanos ausentes, boca de castigo y amor de calvario. Duelo de titanes sin somier ni almohada, el toque de queda de mis madrugadas, toda mi cabeza, menos la que piensa, es dueña y señora de la incontrolable que se pone tiesa. Marquesa de Sade, pintando un futuro de amor de entretelas, comiendo pan duro. Toda compañía en presente y futuro, vieja y arrugada, mirando Granada desde el Albaicín. Todo lo que quiero lo lleva esta carta, que mi amor demanda y está por venir. Corazón en víspera de lo que tú quieras, quítame dos tonos, dame primavera.