Cuando pongo el oído en la almohada y ese duende me abraza los pies no sé bien si enrolarme a otro sueño o volver a mi empeño otra vez de colgarme una nube contigo y arrojarme a la suerte, al vacío pero vaya mujer, pero vaya mujer.
Unos dicen que el paso acertado suele darse tan sólo una vez me pregunto que tanto han andado los que siempre han hablado de pie hay caminos que se abren al paso y otros más permanecen cerrados pero no al que se fue, pero no al que se fue.
Y el Adán que mordió la manzana me pregunto que tanto dudó si supiera lo que de esa rama por su mano empezó del pecado a la luz nos andamos y entre enanos no es bueno juzgar vaya pues de esta mano el pecado, si es pecado pensar.
La moral y las buenas costumbres son virtudes del hombre cabal una estatua perfecta le encubre por si acaso olvidó su verdad como culpo al que peca escondido si no supo que estaba prohibido a escondidas pecar, a escondidas pecar.