Compañera, si me alejo un día, una tarde, una mañana, un junio, solo es momentánea la partida no te escribo en despedida. porque no levanto un muro
Llevo tu cintura bajo el brazo brilla cada nota en cada aplauso. Cura una canción cualquier ausencia y aligera la impaciencia de regreso hasta tu abrazo.
No te cambio por un verso, una voz, una palabra, eres parte de este intento de estas manos, de esta causa. Y no vale una tonada más que el tono de tu cuerpo cuando cae sobre la almohada la tormenta de tu pelo.
Compañera, si despiertas una, piensa que uno somos en silencio, es la soledad buena fortuna cuando brilla entre la espera de quien prometió regreso.
No es esta verdad antagonismo contra la verdad que nos ampara no hay rivalidad, no existe el abismo entre métricas y ritmos y mi boca por tu espalda.