Yo no pregunto cuándo, sino hasta dónde, aguantará este pueblo que se desangra. Este pueblo callado de buenos hombres que su dios ha premiado con la esperanza.
Yo no pregunto quién sino porqué causa se ha dormido el vigía mientras asaltan.
Yo no pregunto cuántos habrán caído en aquellas batallas que hay en la historia, ni porqué a las estatuas en este sitio han tapado sus bocas lazos de gloria.
Que venga el pan y el circo para los pobres y ese monstruo nos trague con su censura, no sea que se despierten los ideales, se nos caiga el telón, se nos caiga el telón, y salga la basura.
No sé quién ha corrido por la canasta ni pretendo saber dónde se ha metido, mas tendrá que salir como toda rata le aplastará una escoba para partirlo.