Hoy regreso cansado no sé bien de que sitio, tus brazos siempre tienen el por qué y el por dónde, será que la distancia le hace bien al suicidio, la luz que va buscando lo que a veces me escondes.
Hoy regreso y tu boca me parece distinta, no me acostumbro al cómo de tenerte en abonos, ese modo de andar despertando a la vida suele ponerte hermosa y a mí un tanto loco.
Que doblen las campanas de esta noche perdida, que se vaya el silencio repitiendo tu nombre, porque puedo acortar de tu distancia a la mía arrebatándote un beso para mostrarte al hombre que ni entre sueños te olvida.
Para volver al centro me hacen falta tus ojos y el calor de tus piernas para seguir con vida. De una chispa del alma hasta el ultimo poro me recorre tu olor sin encontrar salida.