En la tarde gris del sinsabor te vi partir sufrida y buena. Y en aquel instante comprendí todo el horror de tu condena. Vida... yo no sé en qué abismo me perdí para vivir así.
Pena... de sentir lo que vale tu amor. Tarde... cuando el vicio de mí te alejó. Llanto... que es un canto por ti con destino de flor, perfumar y morir.
Novia mía... se retira vencido el alcohol. Oye... la plegaria de mi corazón. Mira... hoy la tarde es feliz y el cielo se desangra por ti.