Estás luciendo un rostro de neón Con esa histérica intención De camuflar tu soledad... Reloj que te quitaste de tu piel Que se arrugó como un papel Por el escarnio de tus años.... Da igual... Mirarte hundida en el umbral Palpándote con sed de alcohol Tu muerte lenta en carne viva. O verte arriba en tu cornisa tal altiva Que da miedo imaginar ya tu final.
Ayer... Eras el sol Que se tendía al mediodía en mi ilusión... Ayer arrullo azul tu voz de raso Como un retazo de algodón... Ayer... ¿acaso ayer no eras toda una partida? Paloma gris, una constante despedida Que se marcha, Siempre errante, Que no anida Nunca más su corazón.
Yo sé que en tu disfraz guardás la flor Que se reseca sin amor, sin una mueca de piedad. Y muda en el desván de la pasión La soledad de un corazón Que te condena a esas cadenas. ¡no ves...! Que ahora mismo ya es después Y aunque no vuelva a estar jamás En mi ventana tu sonrisa No vayas más Por la cornisa tan de prisa Que da miedo imaginar ya tu final…