Si tu cuerpo se posara junto al mío yo le haría un homenaje temerario provocando en los jazmines de tu espalda un incendio con la brisa de mis labios...
Te daría a conocer la primavera que se niega en este cuarto desteñido y podría darle un nombre a cada nido que se oculta en los suburbios de tu piel...
Laura... Yo te daría el alma mía tan solo a cambio de tu risa de trigal, si te olvidaras del dolor... Puedo traerte el mar hasta tus ojos, el despertar en un manojo y además: en un piolín atado el sol.
Si yo hablara simplemente de tus boca bien podría convertirme en un poeta, uno de esos que se van de contramano persiguiendo al horizonte en bicicleta.
Y al costado del camino robaría las mejores sonatinas y sonetos de un jardín de mariposas y secretos para darte lo más puro de mi ser...
Laura... Yo te daría el alma mía tan solo a cambio de tu risa de trigal, si te olvidaras del dolor... Puedo traerte el mar hasta tus ojos, el despertar en un manojo y además: en un piolín atado el sol.