No me lo vas a creer pero de pronto he comenzado a extrañarte y a desear que te refugies en brazos como lo hacías a menudo por las tardes.
No me lo vas a creer pero este loco apasionado al que decías que parecía un animal cuando te amaba no se resigna a verte fuera de su vida.
Mal acostumbrado a tu manera de querer tan diferente un día tierna y agresiva al día siguiente tan altanera y en el fondo buena gente.
Mal acostumbrado a seducirte cada vez que ansiaba amarte verte ceder me resultaba estimulante y seriamente estoy pensando ir a buscarte no, no me lo vas a creer.