Mientras te escucho sollozar ahí en el lecho desesperado me doy vueltas por la sala y al corazón me baja el arrepentimiento y los ojos se me llenan de lágrimas.
Te sigo oyendo y cada vez es más notable sé que es a drede por que crees que no te escucho callado pienso que es la hora de acercarme porque mi amor es más grande que el orgullo.
Regresaré a la cama con mi única excusa que es amarte tanto y cambiare por besos todas las palabras con las que te herí porque en lo bueno y malo debemos estar juntos porque es tuyo el espacio que hay entre mi brazo y mi corazón.
Regresaré a la cama a darte mi ternura y a secar tus lágrimas que importa si al final fue culpa mía o tuya, bello es perdonar porque lo pide el alma, porque los dos queremos abracémonos fuerte como quién se abraza a su salvación.
Como pudimos decir tantas tonterías que aunque se dicen de los labios hacia afuera nos ponen tristes y nos duelen como heridas que sobre el rostro del amor dejan su huella.