Aquella noche primera de mayo, En que escribí esta carta, Andaba triste y tenía motivos Para encerrarme en mi casa. La libertad es una amiga traidora, Y me dejo abandonada. Lo quiero oír de tu boca. Aquí me encuentro amarrada a mi suerte, En este puerto de incertidumbres. Con una astilla del mástil del barco, Atravesándome el alma. Y si me duele dejar que me queje, Para escuchar tu consuelo. Lo quiero oír de tu boca partida, Por donde escapan los besos. Lo quiero oír de tu boca. Tu ya sabes que no es tan difícil tumbarme, Pero una vez en suelo más bajo no puedo caer. Van pasando los años y me hago más fuerte. Y yo te juro que un día me levantare. Lo quiero oír de tu boca. Por las noches los lobos trabajan deprisa. Y yo he jugado a dos bandas de noche y de día Cuando acabe mi vida como un trasto viejo, Recordaré tu consuelo y tus besos. Lo quiero oír de tu boca.