Hay un aromo nacido en la grieta de una piedra. Parece que la rompió pa’ salir de adentro de ella.
Está en un alto pelao no tiene ni un yuyo cerca viéndolo solo y florido tuíto el monte lo envidea.
Lo miran a la distancia árboles y enredaderas, diciéndose con rencor ¡pa’ uno solo, cuánta tierra!
En oro le ofrece al sol pagar la luz que le presta y como tiene de más, puñao por el suelo siembra.
Salud, plata y alegría tuíto al aromo le suebra asegún ven los demás desde el lugar que lo observan.
Pero hay que dir y fijarse cómo lo estruja la piedra, fijarse que es un martirio la vida que le envidean.
En ese rajón el árbol nació por su mala estrella, y en vez de morirse triste se hace flores de sus penas.
Como no tiene reparo todos los vientos le pegan, las heladas lo castigan, l’agua pasa y no se queda.
Ansina vive el aromo sin que ninguno lo sepa con su poquito de orgullo porque justo es que lo tenga.
Pero con l’alma tan linda que no le brota una queja que no teniendo alegrías se hace flores de sus penas. Eso habrían de envidiarle los otros si lo supieran.
Pero con ‘l alma tan linda que no le brota una queja, que no teniendo alegrías se hace flores de sus penas.