Quiero volver a mi tierra mas no como prisionero. Ya recorrí el mundo entero, mi pecho no encuentra calma. Y es el dolor en el alma el que no me deja en paz. Quiero volver a mi tierra pero verla en libertad.
Muchas hermanas naciones me ofrecieron su cariño. Yo rebelde como un niño, hago que me voy quedando cuando en verdad estoy llorando por esa tierra perdida. Y yo mi vida daría para verla en libertad.
Ojalá, le pido al cielo, que no sea como España adonde las telarañas impidieron el regreso. Y como perro sin hueso quedaron los compañeros, repartidos por el mundo igual que el judío errante. No necesito estandarte pa’ pensar en el regreso.
Quiero volver a mi tierra pero sin los asesinos que interrumpen el camino con cementerios y cruces. Y desde ella se trasluce que si no lo aramos juntos la lucha por los difuntos mártires en esta guerra nuestros hijos gran vergüenza pasarán en esta tierra.
Exilio no es acomodo ni olvidarse ni un instante que hay una tierra distante esperando por sus hijos. Ha de ser el rumbo fijo querer volver a la lucha, la harina no será mucha para convertirla en pan.
Pero siquiera un pedazo a todos nos va a tocar y como cuerpo de Cristo se habrá de multiplicar como pueblo avergonzado que encuentra su dignidad.