Llevo dos dias recordando los detalles y la hora a la que pudo ser.
Empieza a no quedarme sitio en la cabeza para todo lo que quiero hacer, yo me reia amablemente de sus cosas, la venganza no era de temer, pero ella me advertĂa "no te pases, no me volverás a ver",
Ahora la veo entre los ruidos y los humos que en mi mente rondan a placer, y no me queda más remedio que, por malo pasar hambre y sed.
Lo mejor de nuestra vida aprendimos a mentir y no sentir temor, El amor que antes dolĂa convertido en superamistad entre los dos, lo mejor decidido.
Yo presumĂa por mi parte de vivir con naturalidad, lo natural entre comillas para ambos era pelear, la discusiĂłn en que los dos estan de acuerdo en verse sin hablar, la tonteria que despues de un rato nadie vuelve a recordar.
Me regalĂł, su despedida fue tan suave (fina) que ni un sĂłlo ruido se escuchĂł, sin embargo dĂa a dĂa cada cual disfruta mucho más de aquel que amĂł.