Cómo decir que me parte en mil las esquinitas de mis huesos, que han caído los esquemas de mi vida ahora que todo era perfecto. Y algo más que eso, me sorbiste el seso y me desciende el peso de este cuerpecito mío que se ha convertido en río. de este cuerpecito mío que se ha convertido en río.
Me cuesta abrir los ojos y lo hago poco a poco, no sea que aún te encuentre cerca. Me guardo tu recuerdo como el mejor secreto, que dulce fue tenerte dentro.
Hay un trozo de luz en esta oscuridad para prestarme calma. El tiempo todo calma, la tempestad y la calma, el tiempo todo calma, la tempestad y la calma.
Siempre me quedará la voz suave del mar, volver a respirar la lluvia que caerá sobre este cuerpo y mojará la flor que crece en mi, y volver a reír y cada día un instante volver a pensar en ti. En la voz suave del mar, en volver a respirar la lluvia que caerá sobre este cuerpo y mojará la flor que crece en mi, y volver a reír y cada día un instante volver a pensar en ti.
Cómo decir que me parte en mil las esquinitas de mis huesos, que han caído los esquemas de mi vida ahora que todo era perfecto. Y algo más que eso, me sorbiste el seso y me desciende el peso de este cuerpecito mío que se ha convertido en río.
Siempre me quedará la voz suave del mar, volver a respirar la lluvia que caerá sobre este cuerpo y mojará la flor que crece en mi, y volver a reír y cada día un instante volver a pensar en ti. En la voz suave del mar, en volver a respirar la lluvia que caerá sobre este cuerpo y mojará la flor que crece en mi, y volver a reír y cada día un instante volver a pensar en ti.
Compositor: Maria Neves Rebolledo Vila ECAD: Obra #2619822 Fonograma #6134078