Hace muchos, muchos años En un reino junto al mar Habito una señorita Cuyo nombre era Annabel Lee Que crecía aquella flor Sin pensar en nada más Que amar y ser amada Ser amada por mí Éramos solo dos niños más Tan grande nuestro amor Que los ángeles del cielo Nos cogieron envidia Pues no eran tan felices Ni siquiera la mitad Como todo el mundo sabe En aquel reino junto al mal
Por eso un viento partió De una obscura nube Aquella noche Para helar el corazón De la hermosa Annabel Lee Luego vino a quitármela Su noble parentela Para encerrarla en un sepulcro En aquel reino junto al mar
No aluce la luna Sin traérmela en sueños Y brilla una estrella Sin que vea sus ojos Y así paso la noche acostado con ella Mi querida hermosa, mi vida, mi esposa
Nuestro amor era más fuerte Que el amor de los mayores Que saben más como dicen De las cosas de la vida Ni los ángeles del cielo Ni los demonios del mar Separaran jamás mi alma Del alma de Annabel Lee
No aluce la luna Sin traérmela en sueños Y brilla una estrella Sin que vea sus ojos Y así paso la noche acostado con ella Mi querida hermosa, mi vida, mi esposa
Y en aquel sepulcro junto al mar En su tumba junto al mar ruidoso