Saliendo de Ciudad Juárez aún nos duraba la noche más larga. Quizás no fueran bastantes canciones de madrugada.
Todos los narcocorridos de Tigres, Tucanes y el Grupo Exterminador, que sigue y que no se rinde ante las amenazas de Fox.
Y todavía cantando la de “Narices de a palmo” llegamos al aeropuerto tarareando.
De vuelta de la ciudad de las bajas pasiones, que sirvan tequila, limones y un puñado de sal Dejemos que los corazones sean los que nos lleven, si hace falta mordida, no se hable más
La sargento de aduanas que dice que éste no pasa de aquí ¡No señor! Que muestre a toda la banda su identificación.
Cargados de marihuana, cantando el chino ilegal, entraron al avión en un descuido de seguridad.
De vuelta de la ciudad de las bajas pasiones, que sirvan tequila, limones y un puñado de sal. Dejemos que los corazones sean los que nos lleven, si hace falta mordida, no se hable más.