qué extraño aprieta el deseo hoy qué lejano aparece el acuerdo a kilómetros, es tan inalcanzable, esa mirada me encantaba.
aun abriendo en canal el ensueño voy con los ojos siempre abiertos. por aguantar, brindo en silencio.
y no sabemos ni nuestros nombres, no ignoramos nuestros excesos, pero tu sola presencia me enferma y me vacía. con un grito de esperanza te digo adiós.
y cada día le pregunta a su noche que es lo que haría en su mismo disfraz. asentir sin haber comprendido que aquellas manos me asedian. dime: ¿querrías tú pintar una cara con alas? amanecer, unos guiños confusos. dar la vuelta con miedo a mirar atrás
y no sabemos ni nuestros nombres, no ignoramos nuestros excesos: pero tu sola presencia me enferma y me vacía. con un grito de esperanza te digo adiós.
al saber cómo vacía y con un grito de esperanza te digo adiós.