recuerdo una mañana que cansado de madrid tomaba las de villa diego y desapareci tome la nacional numero tres, y luego me repeti mil veces que no volveria mas
cambie mi apartamento por un nido utopico y tipico colgado de una piedra sobre el rio y frente al cielo
vi desnudarse al chopo tantas veces impudico bucolico y oi gritar al ciervo en la berea y tuve un perro y un mar ded piedra y un sol de invierno
pero no hay dicha que cien años dure y aquí estoy haciendo un guiño a las cibeles por si me olvido por goya, malasaña y lavapies me pierdo pero alguien dice que desde madrid, se llega al cielo
cambie de nuevo el nido por la casa geometrica y acrilica con vistas a un vecino por el norte al sur la calle
por donde pasa un gato callejero famelico abulico y como fondo un grito de sirenas y en el oeste un multicentro
y hoy recuerdo una mañana que cansado de madrid tomaba las de villadiego y desapareci tome la nacional numero tres y luego me repeti mil veces que no volveria más.