Una ladilla tengo en el alma, dice, y, salvaje, se rasca con palabras; seleccionadas con minuciosidad, deleite único, paragenital. Soy poeta, dice, soy poeta, insiste, mago, onírico, fantástico, frío, creador, hijo bastardo de Cathier y Marylin, prosigue, The Wild Bunch, dubble-gum de cada verso mío, je raisonnais en fonction d'attitudes purement cinématographiques, Jean-Luc Godard, veinticuatro imágenes por segundo, aquellos días de lluvia con Barbara Stelle en el Mac Mahon, la espuma de la memoria desciende íntima y descorazonadora, telas incandescentes de araña copulan estrelladas a años luz de tinieblas, nieblas; soupe à l'oignon, l'oignon y ahora la segunda cadena destroza un Mann Man Of The West, plano americano de Gary Cooper, contraplano Fundador es cosa de OVNIS. Enciendo el último Rex que me queda con un gusano de malestar o ladilla estúpida y masoquista que me devuelve una Bárbara enlatada enlutada, polvorienta. Por primera vez en España un pubis en pantalla grande, Helga, soy poeta, dice, soy poeta, insiste, aunque ser poeta...