En las noches de luna y clavel, de Ayamonte hasta Villareal, sin rumbo por el rÃo, entre suspiros, una canción viene y va. Que la canta MarÃa al querer de un andaluz. MarÃa es la alegrÃa y es la agonÃa que tiene el sur.
Que conoció a ese hombre en una noche de vino verde y calor y entre palma y fandango la fue enredando, le trastornó el corazón. Y en las playas de Isla se perdieron los dos, donde rompen las olas, besó su boca y se entregó.
¡Fado! porque me faltan sus ojos. ¡Fado! porque me falta su boca. ¡Fado! porque se fue por el rÃo ¡Fado! porque se fue con la sombra.
Dicen que fue el "te quiero" de un marinero, razón de su padecer. Que en una noche en los barcos del contrabando, p'al langostino se fue. Y en la sombra del rÃo, un disparo sonó. Y de aquel sufrimiento nació el lamento de esta canción.