Yo vivo entre las sombras de un amor, que no es amor porque de emoción se encuentra ausente. Amarga y cruel verdad que encadena mi vivir igual que una burla está presente. La vida su dolor me ha dado y yo lo sufro arrinconado. No encuentro ni una luz que me ilumine el corazón y a tientas voy con mi razón.
Cansancio de saberme la vida de tedio llena. Nunca he podido librarme de esta opresión de cadenas. Salir de la penumbra que nadie, nade me alumbra y ver de nuevo el sol de un dulce amor que el corazón lleve el calor, feliz, de una ilusión.
Quisiera que un cariño se pasión pusiera en mí. Volver a vivir un nuevo encanto. Vestir de fiesta el alma, librarme del sufrir, ponerle distancias al quebranto. Llenar el cielo de mi vida gozar la dicha florecida y, en vano, el tedio atroz que me persigue sin cesar consigo poder alejar.