Todos los domingos me iba a la ciudad y los chocolates para ir a escalar la montaña rusa, la estrella polar los carritos locos, todo un paraíso de metal.
Me iba a la laguna para navegar con los botecitos en el mismo lugar; magos y payasos, ganas de volar con los avioncitos de Jalisco Park.
Todo daba vueltas como el carrusel y todos mis amigos girando con él.
Y pasé mi infancia en aquel rincón en los aparatos buscaba una razón por eso la vida sólo me enseñó a través del parque lo que nos pasó.
A la montaña rusa la quisieron descarrilar con todas las calumnias de la patria potestad luego a mi amiguito el padre se lo llevó a montar el barquito y nunca regresó.
Todo daba vueltas como el carrusel y todos sus amigos lloramos por él.
Un día jugando no supe por qué en el 67 mataron al Che, así giró su historia como el carrusel y la soñada idea de ser como él.
Después el pelo largo, la moda y la confusión llegamos al 70 con el sueño del millón así surgió aquel loco que primero nadie entendió diciendo cosas raras como en aquella canción: "la era está pariendo un corazón no puede más se muere de dolor".
Ha pasado el tiempo y sólo quedan ya aparatos muertos puestos a girar y aunque no fui payaso, ni mago, ni aviador sigo dando vueltas sin pensar quien soy.
Y así tengo enemigos que me quieren descarrilar haciéndome la guerra porque me puse a cantar pero pongo la historia por encima de su razón y sé con qué canciones quiero hacer revolución aunque me quede sin voz, aunque no me vengan a escuchar aunque me dejen solo, como a Jalisco Park.