Un tango... un tango en la noche... la noche parece más linda, la siento en las venas, me dejo arrastrar porque llevo un tango clavado en mi vida lo mismo que grampa que no he de arrancar. Un tango... un tango en la noche... que digan aquellos que todo lo saben que es lerdo y amargo, cansado y tristón, ¡que sigan charlando! si nunca supieron jugarse una carta lo mismo que yo.
Porque aquel que no luchó que no sintió un amor nunca, el que con suerte nació y no quemó una fe trunca. Aquel que no se jugó por un amor o un amigo, que no apuró un trance amargo ni ha luchado por el mango, ni sintió dolor de herida no sabe lo que es la vida, ¡ni sabe lo que es un tango!
Un tango... un tango en la noche... la noche se viste de fiesta, la orquesta le presta glicina y percal y en los bandoneones desatan amarras las viejas guitarras del guapo arrabal. Un tango... un tango en la noche... que sigan charlando aquellos que nunca en una parada se hicieron valer yo llevo en las venas con sangre de tango el naipe del triunfo ¡de Carlos Gardel!