Te recuerdo perdida en el tiempo cruzando las tardes de un pago lejano, y me llegan temblando tus ecos por viejos caminos de trigo dorado. Cimarrona, tus crenchas al viento golpeaban las ancas partidas del "bayo" y hoy regresan trayendo los tientos que trenzo en mi huella de piedra y de cardos.
Cimarrona linda con gustito a pastos, con la piel fresquita, con los ojos mansos. Fui como un amargo carancho pueblero, que llegó al remanso feliz de tu alero. Cimarrona pampa de inocencia llena que cayó en mi trampa de palabras huecas, por buscar la senda que lleva al olvido se volvió tapera tu nido vacío.
Yo te evoco lejana y tristona llorando en los palos'de aquella tranquera. Tu pañuelo en la vida se asoma y vuelven de nuevo temblando tus trenzas, Cimarrona de cielo y de trigo mostrando sus manos de amor allá lejos, me lastimo buscando el olvido con ojos que tienen los llantos resecos.