La luna llena del cielo se aburre colgada sobre el callejón cortón. Y está tirada en el suelo del rojo pañuelo de un patio en reunión.
Allí, se oye gotear la pileta y aqui soñando guarda el aljibe la estrella que exhibe la luz de un farol. Y está girando coqueta la eterna veleta cortada en latón.
Luna llena, giró carmin la pollera que cimbra en gracia y pasión, sirviendo al gesto del varón la vida entera.
Luna llena, redonda, monda y serena, mas en la calle que grita juega un hombre su rencor a cara o cruz, como una sombra maldita que se agita en su infinita luz.
La luna mira callada la danza apretada que tiene emoción y acción. Y hay un despecho que viste la música triste de aquel corazón.
Total, el son del tango se apaga y al fin frente a la dicha que pierde hay alguien que muerde su pena de amor. Y con borrones de bruma la luna se esfuma por el callejón.