Está mirando el cielo desolado tu historia de ladrillos y portón, el corazón sencillo, lastimado, con un perfil de tango y corralón... Tal vez con tu dolor arrinconado te vio en la calle vieja el paredón y estás en esa esquina del pasado al lado de la ochava y del buzón.
Patio mío... donde mama me cebaba y el tano recio trenzaba cada noche un desafío... Patio mío, de la ropita colgada, de la barra que silbaba y el zabalaje bravío. Patio mío... borracho de caña fuerte yo sé que un día te irás... Pero venciendo a la suerte te iré a buscar a la muerte para no dejarte más...
Te añoran los compadres, faja y lengue. Te llora el payador sentimental... Tanguea entre las sombras su canyengue la pálida pollera de percal... Malevo que en la esquina malherido desangra entre ladrillos un malvón. Para salvarte, patio, del olvido te reza su responso un bandoneón.