La copa de alcohol hasta el final y en el final tu niebla, bodegón... Monótono y fatal me envuelve el acordeón con un vapor de tango que me hace mal... ¡A ver, mujer! Repite tu canción con esa voz gangosa de metal, que tiene olor a ron tu bata de percal y tiene gusto a miel tu corazón...
Una canción que me mate la tristeza, que me duerma, que me aturda y en el frío de esta mesa vos y yo: los dos en curda... Los dos en curda y en la pena sensiblera que me da la borrachera yo te pido, cariñito, que me cantes como antes, despacito, despacito, tu canción una vez más...
La dura desventura de los dos nos lleva al mismo rumbo, siempre igual, y es loco vendaval el viento de tu voz que silba la tortura del final... ¡A ver, mujer! Un poco más de ron y ciérrate la bata de percal que vi tu corazón desnudo en el cristal, temblando al escuchar esa canción...