Campaneá cómo el cotorro va quedando despoblado todo el lujo es la catrera compadreando sin colchón y mirá este pobre mozo cómo ha perdido el estado, amargado, pobre y flaco como perro de botón.
Poco a poco todo ha ido de cabeza p'al empeño se dio juego de pileta y hubo que echarse a nadar... Sólo vos te vas salvando porque pa' mi sos un sueño del que quiera Dios que nunca me vengan a despertar.
Viejo smocking de los tiempos en que yo también tallaba... ¡Cuánta papusa garaba en tus solapas lloró! Solapas que con su brillo parece que encandilaban y que donde iba sentaban mi fama de gigoló.
Yo no siento la tristeza de saberme derrotado y no me amarga el recuerdo de mi pasado esplendor; no me arrepiento del vento ni los años que he tirado, pero lloro al verme solo, sin amigos, sin amor;
sin una mano que venga a llevarme una parada, sin una mujer que alegre el resto de mi vivir... ¡Vas a ver que un día de éstos te voy a poner de almohada y, tirao en la catrera, me voy a dejar morir!
Viejo smocking, cuántas veces la milonguera más papa el brillo de tu solapa de estuque y carmín manchó y en mis desplantes de guapo ¡cuántos llantos te mojaron! ¡cuántos taitas envidiaron mi fama de gigoló!