No, no, no, no.
No, no, no, no.
No, no, no, no.
No, no, no, no.
No, no, no, no.
No, no, no, no.

Si me escuchas, te voy a cantar, cantar,
lo que aprendí sin tener que estudiar
ni ná, ni ná.
Que cada uno tiene que recorrer por un camino
mágico y divino,
que no hace falta el poder
del gobierno terrenal ni ná.

No, no, no, no.
No, no, no, no.

Que el que usa la mentira, la mentira vivirá.
Y que aquel traiciona, tracionado se sentirá.
El racista en su carne, el racismo sentirá.
Que el que no perdona, no le perdonarán.

Hay quien dice que aquí, qui,
Que aquí no hay ná de ná, na,
Que no existe un Dios, Dios.
Respeto su opinión.
Pero esa fuerza mágica
que solo puede robar nuestra atención.

Algún día lo verás,
tu lo verás.
Algún día lo verás,
y te van a entrar ganas de llorar.

No, no, no, no.
No, no, no, no.
No, no, no, no.
No, no, no, no.

El que no engañan, no le engañan.
El que no miente, no le mienten.
Y el que perdona, le perdonan.
El que respeta, le respeta.
El que comprende, le comprenden.
A quien escucha, se le escucha.
Y a quien pide se le da,
si sabe lo que pide y como llamar.

No, no, no, no.
No, no, no, no.
No, no, no, no.
No, no, no, no.

Algún día lo verás,
tu lo verás.
Algún día lo verás,
y te van a entrar ganas de llorar.

No, no, no, no.
No, no, no, no.

Aunque la fe no se ve, ve
Si quieres una prueba física y visible,
De que existe un Dios, Dios.
Yo te digo a ti que la fe
solo se ve con los ojos del amor.

Algún día lo verás, tu lo verás.
Algún día lo verás, tu lo verás.
Algún día lo verás, tu lo verás.
Algún día lo verás, tu lo verás.

No, no, no, no.
No, no, no, no.
No, no, no, no.
No, no, no, no.

No, no, no, no.
No, no, no, no.
No, no, no, no.