La extra! ¡la extra! ¡Muerto asesinado por un creminal! ¡El cadáver se encuentra recluido en sus habitaciones y se niega a declarar! ¡La extra!
Se notició que ha sucedido un crimen en el expreso que direito va a Torreón, se victimó a un artista de cine, que era el villano de películas de aición.
Muerto quedó de ochenta puñaladas que algún fulano sin permiso se las dio, el infeliz se defendió a patadas, tan delicado nomás de eso se murió.
El inspeitor persona muy decente halló el cadáver empinado en un furgón, se malició que eso no era aicidente y luego luego dio el aviso a la estación.
Iba en el tren un polecía privado por la botella de mezcal que se empujó. Interrogó al pasaje asustado y luego luego la noticia se corrió: — ¡La extra! ¡la extra! ¡El cadáver exige la devolución inmediata de su pasaje! ¡La extra!
El tren siguió con el cuerpo mortuorio se condujeron sospechosos a un salón y comenzó cruel interrogatorio: nadie había visto, nadie supo, nadie oyó.
El inspeitor que dije era decente se le hizo bolas toda su declaración, y confesó que le dio mate al cliente porque en el cine era muy malo y muy matón.
Quiso escapar entre los polecías y a coscorrones uno de ellos agarró, y se soltó diciendo groserías que la censura en este verso me tachó.
Si quieren ver más detalles del crimen busquen la prensa que en el baño me jallé y ahí ‘onde están los anuncios del cine lean lo que sigue porque yo ya me cansé