Había una vez, un niño, que no tenía la mejor infancia Un niño que le gustaba sonreír, y odiaba las falacias Hace demasiados años el miró y oró al cielo Por tener buenos días Nunca tuvo el visto bueno de aquellos que se hayan Tras las iglesias
Adiós, la típica y cotidiana palabra Que existe en nuestro vocabulario Dices esta palabra cada vez que le das la espalda Al tiempo pasado Por mirar un futuro, ya sea ciego O uno que sabes que lo mejor será La manera mas cordial de despedirse De una persona que se va
Desconocemos el momento en que lo diremos Por falta de motivos De objetivos, de la inmortalidad, de la moralidad Pero con sentidos Bebemos de la copa gratuita repleta de felicidad En la ceguera Seres humanos que pesan de sentimientos Como animales en rejas
A todos, créanlo, les pesa demasiado decir Adiós, y dicen hasta la vista Esa vista queda adeudada, y no pagada Ya que se pierde en la neblina Justicia divina, como dijera Quien siente poderse pasar la portería Y luego quiere dar vuelta, ya que se arrepiente Y pide una disculpa
La definición mas precisa Es por que le deseas a alguien llegar a un lugar mejor Aunque sabes que envidiaras Y querrás tomar su lugar, intentaras hundir el adiós Si el pianista toca la sonata mas preciosa Y reconocida a nivel mundial Todos se despedirán de él por alguien mejor O en tanto llegue el día de su funeral
Cuando tienes que dejar a tus amigos, y no quieres irte Tienes que herirte Piensas que a donde llegues no habrá nadie Reírte es la mejor opción, ante esa situación Busca tu reactor Es difícil esto, pero no hay mejor persona Que la que sabe decir formalmente "adiós"