Voy vagando por la noche devorando calles han lavado el cielo, puedo ya secar sus muros como cuando en casa vomitaban las palabras y enseguida me mandaban a jugar afuera.
TĂş ya no estás. TĂş no, no estás ya aquĂ.
Y mi amigo está diciendo que me quiere bien. Ha bebido mucho y no recuerda ya mi nombre. Las ventanas, ojos ciegos, duermen ya soñando. Molinillos de papeles y el sillĂłn vacĂo.
Nunca yo querĂa ser el genio de la clase, nunca yo querĂa conformarme con las gafas. Tengo miedo de copiarme dentro de un espejo, descubrir que rĂense de mĂ, de mis ideas.
Bajo la pisada del zapato ya gastado un diario despliega en el suelo sus noticias. Hoy un gran estreno, la pelĂcula del año: aventura, sexo y una avalancha de sonrisas.
Y cĂłmo gritaba en el caballo del barbero. Y mi amigo se ha parado, coge unos guijarros. No sale con chicas porque tiene mal aliento, sufre porque es tĂmido y conversa con sĂ mismo.
Cuántas veces te he rogado si arañabas en mi alma. Cuántas veces te he mirado cuando herĂas mis pupilas. Cuántas veces te he buscado. Cuántas veces te he encontrado. Cuántas veces te perdĂ