No encontraron el as de la baraja y la suerte nunca fue su compañera. Quisieron clavar la espada en la montaña y llevar el guión de su bandera. Recorrieron el camino a tierra extraña buscando un atajo hacia la libertad. Dibujaron en el mar un horizonte donde poder tener otra oportunidad. Y el miedo a la noche fue su único equipaje, compañero de viaje a la tierra prometida. Y el recuerdo de un niño y un susurro al oído fueron los sueños dormidos de una triste despedida. Si pudiera volver... Solos sin rumbo en el desierto azul sin capitán, sin marineros. Nadie les explicó, nadie les dijo que el viaje no sería en un velero. Nadie les contó que la furia del mar acabó con mil guerreros buscando un atajo hacia la libertad. Nunca les importó saber si era verdad, no importaba ir al infierno para poder tener otra oportunidad. Y el miedo a la noche fue su único equipaje, compañero de viaje a la tierra prometida. Y el recuerdo de un niño y un susurro al oído fueron los sueños dormidos de una triste despedida. Si pudiera volver... El As de la baraja