Tenía los ojos más bonitos nunca vistos, mas tenía el corazón más desdichado. Tenía el alma llena de marcas de mordiscos y un amor descafeinado.
Tendrías que haberla visto correr tras caricatos, palmeros, cantautores. Tendrías que haberla visto morir de mal de amores.
Bruja de corazón sucio como un lavabo de hombre: princesa del subterfugio, voy olvidando su nombre. Bruja de corazón roto como un cristal contra el suelo, ya no me duerme su foto las noches que me desvelo.
Tenía un billete de ida y vuelta a mi cabeza, el finiquito por despido en mi memoria. Tenía la llave de la puerta de salida de mi vida, de mi mente, de mi historia.
Tenía un trato con Lucifer, salió perdiendo, resultó que era mi amigo, lo conocí en el averno que escondía tras su ombligo.
Bruja de corazón sucio como un lavabo de hombres: princesa del subterfugio, voy olvidando su nombre. Bruja de corazón roto como un cristal contra el suelo, ya no me duerme su foto las noches que me desvelo.
Tenía una boca desbocada, quiso, y no pudo, ser hada, el cuento le traicionó. Tenía lo que yo, es decir, nada, una mañana desolada, hasta el sol la abandonó.
Tendrías que haber olido su piel, aquel perfume se perdía entre sus dudas, jamás le trajo una carta el cartero de Neruda.
Bruja de corazón sucio como un lavabo de hombres: princesa del subterfugio, voy olvidando su nombre. Bruja de corazón roto como un cristal contra el suelo, ya no me duerme su foto las noches que me desvelo.