Noche de evocar y de sentir la lluvia en el cristal detras de mi balcón... Ella aquí no está, pero yo igual la siento caminar sobre mi corazón. Desde las sombras yo la escucho que me nombra y de las sombras le contesto, amor... amor... Ella vuelve a mi, ¿Y para qué? si no me quiere más, si sé que la perdí.
No... no me importa el amor que le di. ¡Oh, no!... Ya no quiero rogar su querer. Mas son palabras que siempre juré ¡Ay, y no pude cumplir! No... no me importa su amor, corazón, No ya no quiero rogar su querer. Y al jurar que nunca más la he de ver otra vez, la salgo a buscar.
Llueve en la ciudad y llueve igual sobre mi corazón, violín sentimental. Oh, un silencio cruel y del reloj se escucha sin cesar su fúnebre tic-tac. Miro soñando su retrato sobre el piano, ella sonríe como siempre a mi dolor. Y en la intensidad de mi sufrir, queriéndola mirar, yo vuelvo a repetir.
No... no me importa su amor, corazón, No ya no quiero rogar su querer. Y al jurar que nunca más la he de ver otra vez, la salgo a buscar.