¡Lo mataron al pobre Conteras! ¡Recién se casaba! ¡Si es para no creer! Juan Luz Mala, saltó la tranquera y vino a llevarle a su propia mujer... Fue en el patio e' la estancia "La Hazaña", la fiesta 'e los novios era un esplendor; mas de pronto dos dagas hicieron, de aquella alegría un cuadro de horror.
(recitado) Herido de muerte y en sangre bañao, habló de este modo, el recién casao:
No es nada, mi gaucha; no te asustes, mi alma... A los dos peleando, se nos fue el facón... Siento que me llega, un vientito helado, aquí, de este lado, sobre el corazón...
Llevame unas flores... Andá a visitarme... La tierra es muy fría pa' estar olvidao... ¡Adiosita, gaucha, te estaré esperando! ¡Me voy apagando, de puro finao!
Al principio fue todo promesas... La viuda lloraba, sin duda demás; Pero al fin se le fue la tristeza y a su pobre gaucho no lo fue a ver más. ¡Con razón que en las noches 'e tormenta se escucha patente, la voz del finao, que la llama diciendo: ¡Lucinda, estoy muy solito, llegate a mi lao!