Cri-Crí recibió una reprimenda, con severidad se le advirtió no soltar su imaginación como mariposa nocturna y negra, jamas hablar a los niños de terror, oscuridad o cosas que sean siniestras, Cri-Crí se marcho con el corazón entre las piernas, de ser perrito su cola hubiera soportado semejante pena, el severo advertidor esta en lo justo y su sofa lo demuestra, que haré ahora? se pregunto Cri-Crí en confusión inmensa, que haré con mis brujas, mis gigantes y los duendes torvos de la pradera?, las brujas de noche podrán parecer de veras, a la luz del sol no son sino quimeras, los gigantes quedaran tendidos en monte y sierra en cuanto a duendes ya los ahuyenta el estrépito de nuestra vida moderna, que decía en mis canciones? Trabajar, vale la pena, de nobleza ni se piensa, el consejo esta de mas referente a la limpieza, todo eso tocare en ronda cascabelera, pero, no poder cantar a mis brujitas viejas e inofensivos gigantes y duendes que desesperan, sin la sopa que recibo quizá yo también me vuelva una cosa que no existe, un soplo de la existencia, algo mas vago que el aire, un eco de la cantera, esa sopa cotidiana es mas pesada y densa que la sogue que bor la cuchara para que nadie comiera, mi corazón clavado en tres cruces de conveniencia aun quiere saltar y perderse en la leyenda