Me desperté entre sus cabellos respirándome sus sueños y a dos palmos de escuchar su corazón.
Tendí un momento la mirada sobre el velo de su falda que permaneció olvidándose mejor.
En la penumbra se animaba alguna imagen de una cama donde un rostro se asomaba y se encontró a continuación, que desperté junto al amor vestido para la ocasión.
Despierta al intersticio bienvenida a amanecer que el reloj anda a tiempo camino de las seis, acércate, ven que estamos esperando.
Y vuelo a acariciar ojos y faz me encamine a las comisuras de sus labios. Bajo mi beso arde su piel y al explorar su intimidad huye su voz y me apresuran sus desmayos. Enlázame a tu piel amor, condúceme hasta la felicidad.
Recíbeme y abrázame con fuerza que esta dicha tan inmensa me ha llevado más allá de donde estoy.
De pronto hay luz sobre su cara sobre de su risa clara haciendo de cada detalle una intención.
Por la ventana se colaba el viento, el cielo y la mañana, y en la luz anaranjada el sol clamaba en el jardín, la primavera era un festín flores y besos para ti.
Despierta al intersticio bienvenida a amanecer que el cielo está tan claro, ya el sol se ha puesto en pié. Arriba, ven, que estamos esperando.