Si por decir lo que piensas te giran sentencia y te mandan callar, cambia al instante de oyente que siempre habrĂĄ quien no te pueda escuchar. Sin dejar de notar sus vacĂos tĂș los haces mirar hacia sĂ. Ver que ocultan sus vidas en rutas conocidas y que aconsejan no salir, invita a dormir.
Vine a notar por aquĂ que has dejando al marcharte un reguero de luz, que iluminĂł y se ha instalado de modo confiado asĂ como haces tĂș. Luego vine a acordar que te quiero y que siempre que tengas algo que contar, me gustara saberlo y sentado a tu lado, mandar todo el mundo a volar, volar y volar.