Cecilia dice siempre lo que piensa y casi nunca piensa como yo, si tengo hambre busca en la despensa y me guisa unos besos con arroz. Cecilia duerme bien acompañada porque a menudo la acompaño yo, cuando se harta de estar enamorada le regalo un vestido y un amor, mi gozo, mi veneno, mi pasión. Cecilia tiene algunas fantasías y algunas fantasías tengo yo, le cambio las suyas por las mías y se hacen realidad entre los dos. Cecilia sabe tanto de mi vida porque ha vivido tanto como yo, cada sábado bronca y despedida, cada domingo reconciliación. Me gusta hablar con ella sin hablar... Tengo una novia de buena familia con filias y fobias, cristal y vereda. Tengo en mi cama una Venus en llamas, una duda desnuda, una mina de seda. Pupele mía, rayito de sombra, gatito de alfombra, Palermo y Gran Vía. Mi sueño, mi vigilia, mi adicción... Cecilia. Cecilia busca amores imposibles, por eso fue posible nuestro amor, Cecilia, tan altiva y tan sensible, tan diva y tan de nadie como yo. Mi gozo, mi veneno, mi pasión... Tengo una novia de buena familia con fobias y filias, cristal y vereda. Tengo en mi cama una Venus en llamas, una duda desnuda, una mina de seda. Pupele mía, rayito de sombra, gatito de alfombra, Palermo y Gran Vía. Mi sueño, mi vigilia, mi adicción... Cecilia.