Bajo Belgrano... Cómo es de sana tu brisa pampa de juventud, que trae silbido, canción y risa desde los patios de los studs. ¡Cuánta esperanza la que en voz vive!. La del peoncito que le habla al crack: -Sacame 'e pobre, pingo querido, ¡no te me manques pa'l Nacional!...
Calle Blandengues... donde se asoma la morochita linda y gentil, que pone envueltas con su mirada sus simpatías sobre un mandil... En la alborada de los aprontes, al trote corto del vareador, se cruza el ansia de la fortuna con la sonrisa del buen amor...
La tibia noche de primavera, turban las violas en "El Lucero", se hizo la fija del parejero y están de asado, baile y cantor. Y mientras pierde la vida un tango que el ronco fueye lento rezonga, se alza la cifra de una milonga con el elogio del cuidador.
Bajo Belgrano... cada semana, el grito tuyo que viene al centro: -¡Programa y montas para mañana... Las ilusiones prendiendo va... Y en el delirio de los domingos tenés reunidos, frente a la cancha gritando el nombre de tus cien pingos los veinte barrios de la ciudad!...