Tu beso fue falso; falaz tu promesa; tus brazos, cadalsos de mi adoración; tus celos, mentiras; de saña estudiada; tus dulces miradas, abismos de horror. Y en cambio, en mis labios las voces más puras y suaves ternuras en mi corazón; por vos, olvidado de Dios y de madre y yéndome en sangre ¡tajeado por vos!
Yo no sé si al otro lado de las penas de esta vida, hay un reino de los malos para premio de perfidias, pero si ese reino existe te has ganado tu sitial por la hazaña torpe y triste ¡de haberme hecho tanto mal!..
Ya ves que aun deseo que goces la gloria por esa victoria que me aniquiló, y siento que de ella te queden de estorbo los ruines escombros de tu corazón... Porque hoy, que podrías sentir que latía dichoso y henchido de amor y de fe, ¡tendrás que cargarlo como algo maldito que el viejo delito no puede esconder!