Malvón, balcón y sol, en su acuarela la callejuela de San Telmo pinta... El marco anima con la niña bella y el suave clima de la evocación. La flor ya rara es. La reja no es de hoy. Los muros dejan ver el cielo, el sol.... ¡Malvón! Mi corazón ya me abandona; y es tu aroma que se asoma quien retoma la ilusión.
Barrio mío, calles mías, vengo de otras con hastío. Rosas de melancolía me añoraban alegrías de malvón... Altas casas me apresaban, y por éstas suspiraba: sombras de zaguán, patios con parral y ancha bendición de sol.
Calles mías, barrio mío... ¡tu hijo pródigo soy yo! Malvón, balcón y sol, sobre el olvido se han encendido como nuevas luces... La carga de años se aligera y huye. Los desengaños un mal sueño son. La flor, es su querer. La reja, una canción. Los muros, mi niñez de cielo y sol... ¡Malvón! Humilde flor que se arrincona; y en su aroma que se asoma me retoma el corazón.